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Dossier Raudive

Huétor Vega oculta historia, leyendas y misterio.

El investigador hueteño José luis Carretero Rosales. Presidente de Asociación Raudive.

A MODO DE EDITORIAL 

 

"Es impresionante el arsenal oculto que puede haber bajo esta tierra roja por su abundante hierro donde arraigan los viñedos, minada por fértiles veneros, a unos 200 metros de profundidad, que bajan de Sierra Nevada, o los pergaminos y manuscritos pendientes de encontrar y descifrar. Restos arqueológicos romanos y necrópolis del Bronce en el Barranco del Tío Gabriel, o de Los Canales. Son tantas y tan variadas las raíces culturales, tantos los ídolos, estatuas, cerámica y objetos por encontrar. Tartesios, fenicios, griegos, íberos, romanos, árabes y otros que dejaron sus huellas en esta privilegiada tierra, nuestra y tuya". Francisco de Paula Pérez -Rejón Sola . De su obra Historia de Huétor.

 

No quiero, ni pretendo ser a estas alturas cronista de este pueblo, pues a mi juicio llegaría demasiado tarde, ya que se adelantó felizmente y por muchos años una figura tan importante como la de Francisco de Paula Pérez-Rejón Sola, vecino de Huétor que estudió su historia y la de sus gentes. Y que durante tantos años ha estado recopilando retazos de nuestra historia, costumbres.

 

Lo que si es cierto es que desde pequeño sentí inquietudes por conocer la historia, pero también las leyendas y misterios que yo sabía que había en el pueblo, que escuchaba aquí y allí, y que no supe nunca o casi nunca encontrar reflejados en libros de esta temática. 

 

Es por esto que a estas alturas he decidido dedicar este espacio que nos brindan las nuevas tecnologías y esta página que como director del equipo de investigación Raudive gestiono.  Concretamente es este apartado trataremos la historia, el misterio y las leyendas de nuestro pueblo y las divulgaremos para que las nuevas generaciones, sobre todo, tengan conocimiento de ellas y a su vez enseñen a las siguientes .

Cortijo de la Nava , instantánea tomada en julio de 1984

Ídolo Oculado. Cultos desconocidos de los primeros pobladores de Huétor Vega 

  IDOLO OCULADO  Encontrado en la Calle Ganivet (Av. de los Colorados) en 1969.

Ídolos desconocidos que eran venerados por nuestros antepasados 3.000 años antes de Cristo. Con el hallazgo de este Idolo Oculado en el paraje conocido como Los Colorados (concretamente en C/ Ganivet), tenemos la primera noticia sobre la existencia humana en suelo hueteño desde los inicios del lll milenio a. c. El dato bibliográfico más completo proviene del Doctor Molina González en una nota a pie de página de su libro "Historia de Granada". Este ídolo se encontró en Huétor Vega (barrio de Los Colorados) el año 1969 junto a numerosos fragmentos de cerámica típicas de la Edad del Cobre y varias piezas de sílex . Creemos que posiblemente se trate de un poblado del cobre. La pieza consiste en un cilindro de mármol gris pardo de 54 mm.de diámetro. Parece ser que en su origen era de mayor tamaño pues se fracturado en la parte inferior. De lo encontrado podemos destacar dos grandes ojos en forma de ruedas de carro con sus correspondientes cejas. Una línea recta en zigzag rodea todo el cilindro figurando cabello. Por último, limitando los ojos se intuyen los posibles brazos a partir de dos líneas verticales. También aparecieron restos de una necrópolis argárica, compuesta de una docena de cistas, en el Barrio de Caicena, cerca del Barranco de DoÅ„a Juana. Las tumbas estaban dotadas de numerosos ajuares de cerámica y metálicos. 

  ÍDOLO OCULADO

Encontrado en la Calle Ganivet (Av. de los Colorados) en 1969. 

Culto a la Diosa Deméter en la "Villae" de Vesci.

Ya desde la época de Cayo Flamineo Nepote, político y militar de la República romana del siglo III a. C . gobernador de la España Ulterior, que se tiene constancia de la "Villae" o villa de Vesci, que era ni más ni menos que la población romana edificada sobre nuestro suelo. Durante la administración por parte de Cayo Flamineo de la villa, fue guarnecida por el ejercito romano, encargados de exterminar algunas partidas rebeldes que vagaban por las villas cercanas a estas poblaciones romanizadas, pertenecientes a la zona  de Illurco-Iliberis .

 

Lo que queda claro es que los romanos llevaban sus culto y religión allá donde iban, siendo muy comunes los altares a Marte, Minerva, Apolo y por supuesto a Deméter, la diosa de sabemos con seguridad se veneraba, quizás entre otras mayores o menores, en Vesci, ya que se encontró en la llamada "Cuesta de las Chinas" en el lejano año 1901 junto a los restos de un rico edificio plagado de mosaicos, que pertenecía a una "Villae" típica que pudiera estar habitada por burguesía de aquella época . 

 

La estatua femenina que carece de brazos y cabeza. En aptitud de marcha, cargando el peso sobre la pierna izquierda. Sobre su túnica, viste un doble quitón talar jónico, que cae haciendo simétricos pliegues y dejando ver las piernas desnudas. Una larga corona de hojas y frutas, sobre su hombro izquierdo, sobre el hombro derecho una piel que parece e lince. También se adivina un velo y unos rizos anudados, parece además que llevaba cogida de la pata a algún animal . 

Con toda seguridad por todas estas características , ya vistas antes en otras estatuas, la estatua representa a la Diosa Deméter, de origen griego . Hija de los Titanes hermanos Cronos y Rea, representa la agricultura, nutricia pura de la tierra verde y joven, ciclo vivificador de la vida y la muerte, y protectora del matrimonio y la ley sagrada. Se la venera como la «portadora de las estaciones». 

 

La estatua podría datar de los siglos lll a ll A.C y está expuesta en el Museo Arqueológico Nacional  de Madrid .

Estatua femenina de la Diosa Deméter, encontrada en 1901 en la "Cuesta de las Chinas" 

Este puente de estilo románico (desaparecido), sobre el Barranco de la Culebra, fue construido para para las aguas de "La Acecolilla" de las inmediaciones de La Lomilla Blanca a los Charcones .

El Molino de la Casería de Santo Domingo del año 1786.

¿ Albergaba pasadizos hasta la Alhambra?

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Probablemente muchos se acuerden de el y otros tantos hayan incluso jugado entre sus ruinas. Este enclave que ahora se encuentra en parte edificado, en parte desierto, tan solo cubierto por matorrales, fue en sus tiempo un lugar donde los vecinos de el pueblo, solían ver extrañas luminarias y comitivas de almas. Pero acerquémonos un poco a su historia. 

 

Este Molino de Aceite, probablemente uno de los más antiguos de los habidos en Huétor Vega. A pesar de que la casa solariega, con su apero de labor, bodega y molino de aceite forman una sola cosa, lo que es el molino, con su almazara en la parte derecha del mismo, está enclavada en el término de nuestro pueblo. Un pequeño callejón que parte del magnífico ejemplar del plátano (Plátanus híbrido), divide el molino de lo que era la vivienda y dependencias del casero de la finca y de las yuntas, caballos y demás ganado.

 

Conserva el círculo donde rodaban las piedras cónicas (hoy destrozadas), que se movían por la fuerza de algún animal. Las tinajas y otros utensilios del molino así como las enormes vigas de madera han desaparecido. Así también ha ocurrido con todos lo relativo al lagar; aunque alguien conoce toneles de madera de castaño, con inscripciones grabadas en alemán que descansan con un exquisito vino en algunas otras bodegas. A la entrada principal del molino había una gran piedra redonda. Su construcción, en una mayor parte era de ladrillo, formando unos tapiales de jarcia de tierra.

 

El árbol a que antes nos referíamos, sin duda era el mayor y de más altura del contorno , con un diámetro de 10, 80 metros ,tiene una cepa que forma parte de la bóveda y margen de la Acequia Alta o del Albaricoque. Hace esquina con la entrada a la vivienda. El callejón empedrado, dirección al pueble de Huétor Vega y un estanque bajo las frondosas remas del plátano que hunde sus raíces en tierras gradinas y hueteñas, hacen un billo conjunto de las más clásicas huertas de nuestra región.

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Justamente enfrente, un pilar de piedra, alimentado por aguas de la Acecolilla; tenía dos tejas en forma de caños: la teja de la derecha, en término de Huétor Vega, la de la izquierda, en término municipal de Granada, o al menos, es lo que dicen nuestros mayores.

 

En aquella época, era Don Juan Morell, quien vivía con sus hijas Amalia, Joaquina y Carmen. Corriía de año 1936, sus caseros Don Miguel Castro Alvarez y su mujer Dña. Josefa Jiménez Suárez hueteños ellos, eran los encargados de poner en marcha toda la mano de obra de jornaleros que de Granada y principalmente nuestro pueblo acudían cada mañana a las labores agrícolas, no si antes oír misa en la ermita de la casa, que estaba presidida por una hermosa imagen de Santo Domingo. En esta capilla, que era una habitación de unos dieciséis m2 es donde cada mañana, y especialmente los días festivos , celebraban la Eucaristía un Padre domingo. Fueron dueños en otros tiempos de esta finca los Padres dominicos, que se la vendieron a la familia Morell. Esta comunidad religiosa fueron los que incorporaron a la primitiva finca el molino de aceite. Detrás de casa, un hermoso huerto sembrado de "verde" para que pastaran los caballos un vez que llegaban después de cada viaje (probablemente a Granada) tirando del carruaje con los señores .

 

LEYENDA DE LA ENTRADA SUBTERRÁNEA A LA ALHAMBRA.

 

 

Cuentan los vecinos de Huétor más viejos,  que de chicos algunos entraron en unas entradas subterráneas que a modo de pasillos subterráneos, estrechos y muy oscuros , horadaban las entrañas del a la izquierda del molino. También decían que esas entradas salían tras las murallas de la Alhambra y que aquellos pasadizos eran anteriores a la construcción de este en el siglo XVlll, según cuentan estos mismos viejos había en ellas algún "Menge" (duende) que disuadía a los atrevidos que querían llegar más lejos. De por lo menos una de estas entradas subterráneas yo mismo tengo constancia, ya que entramos en ella , yo y mi desaparecido amigo Ricardo (Richar) , allá por los años 80. Bien cierto es que estaba derrumbada aproximadamente a unos 8 o 9 metros, pero existir existían. 

Diversas fotografías tomadas sobre los años 90 , en ellas se ve lo deteriorado de los muros del molino y el emblemático Plátano de sombra o plátano híbrido  (Platanus x hispanica) que daba sombra en su misma puerta.

El "Hombre del Saco" ocultó el  cadáver de un pequeño en el Barranco de Doña Juana.

Este es un caso real que muy poca gente conoce en nuestro pueblo, sobre todo porque ocurrió en una época oscura en donde el régimen franquista, acallaba bastante según qué casos tórridos y  hechos luctuosos que no interesaba que se conociera. Sin embargo el desaparecido rotativo de sucesos El Caso, reflejó con crudeza los hechos acaecidos, volviéndonos a retrotraer a los antiguos casos de la España negra de los "sacamantecas" o "casa untos". El periódico reflejaba en su portada del número 793 , Madrid 15 de Julio de 1967, el siguiente titular: "El cadáver del niño de 7 años en un saco", y después una frase del principal sospechoso; "es carne podrida, repetía este hombre". Muchos de los cronistas de la España Negra casi ni recuerdan este caso, sin embargo César Jirón López si llega a registrarlo en uno de  sus libros  CRÓNICA NEGRA DE GRANADA 1880-1980 .

 

El principal protagonista es el niño Epifanio Tomé Rubio que era un niño precoz, era un buen bailaor con esa corta edad, que se hacía acompañar a la guitarra por José Carlos Ariza , que a la postre acabó siendo su verdugo . 

Todo comienza el 7 de julio de 1967 cuando María la abuela del niño, se persona en el Cuartel de las Palmas de la Guardia Civil , junto a José Carlos Ariza, denunciando que el niño no ha aparecido desde hace horas. Es durante esta denuncia cuando se produce la primera circunstancia sospechosa; es en ese momento cuando el propio José Carlos, dice que si le dan un cuchillo de monte el mismo podría ir a liberal al niño, pues sabía donde estaba, ya que lo tenía raptado su padre con una banda. El insiste que sabe donde tienen raptado al niño y que está en una cueva en el Barranco de Doña Juana en Huétor Vega. La guardia civil empieza a sospechar que algo raro pasa, decidiendo acompañar a este hombre que tiene síntomas de estar muy perturbado. Se hace acompañar por un capitán de la Benemérita hasta las zona de "Las Conejeras" en Los Rebites , dice al guardia que a partir de ese punto el ha de seguir solo, que no le puede acompañar nadie. El capitán hace como que no le acompaña , pero le sigue a distancia, aunque finalmente acaba perdiéndose en una arboleda cercana al Barranco de Doña Juana.

 

Se supo que Ariza retornó a la carretera y fue recogido por un vecino de Huétor en una moto, convenciéndolo para que lo llevara de vuelta a su pueblo de Pinos Genil. En este punto se le pierde el rastro, pero esa misma noche concierta con un transportista de Pinos, Cándido Calvente Robles, el que le llevará a él y a un saco de lo que el decía que era grano o semillas, pero que necesariamente tenía que ser de noche , pagándole unas 150 pesetas de la época, nada desdeñable cifra. A las 11:00 en punto de la noche el transportista está esperándolo en la antigua estación de Tranvías de Sierra Nevada en Pinos Genil. Es entonces cuando viendo a José Carlos Ariza con un saco más que sospechoso, que parecía muy pesado y ni mucho menos, lleno de semillas. Tras preguntarle qué es lo que transporta en el saco, Ariza le responde que no es de su incumbencia, lo que lo pone aún más bajo sospecha. Subiéndose en una furgoneta 2 CV de color azúl. Durante el itinerario, Calvente le pregunta en tres ocasiones que qué es en verdad lo que lleva en el saco .A la altura de la Piscina Paraíso, detiene el coche en seco y le obliga a que diga lo que lleva en el saco, es entonces cuando Ariza se pone muy violento, pero dice que no lo importa, que ese saco lo va a llevar a la guardia civil, "porque porta una cosa que es muy peligrosa" ,convenciendolo para montar de nuevo en el coche diciendo que lo que lleva es "carne podrida". Llegan al poco tempo al Cuartel de las Palmas y el guardia que lo ve venir lo deja pasar, ya que era el que le había seguido la pista la tarde antes . 

 

La sorpresa es tremenda cuando delante del comandante de puesto Ariza abre el saco mostrando el cuerpo muerto y deformado del niño Epifanio Tomé Rubio. El cuenta a los guardias que se lo había encontrado ya muerto en una cueva. Por lo que se supo después  lo había ahogado en una acequia de Pinos Genil y lo mantuvo oculto en la cueva del Barranco de Doña Juana. El guitarrista era un enfermo mental, pero no dudó en perpetrar ese deleznable crimen y la torpe ocultación de este.  

 

Como dije al principio este hecho oscuro y cruel, es ignorado por casi todo el mundo. El Equipo Raudive  sigue averiguando nuevos datos, que en cuanto podamos os mostraremos en nuestra web .

"El Hombre del Saco de Granada" fue portada del Semanario El Caso, en su número 793 del 15 de julio de 1967.

Reseña del periódico ABC , publicada el Sábado 15 de Julio de 1967.

El Oro del Barranco de Doña Juana.

Buscador de oro granadino, aunque podría representar a un buscador californiano o del viejo Oeste, es uno de los buscadores de oro del Darro.

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Las leyendas siempre tienen una dosis de certeza. Relatos, cuentos y demás historias narran la existencia de grandes tesoros escondidos en el subsuelo de Granada. Por encima de estas historias próximas a las creencias populares se encuentra una verdad: la existencia de minas de oro en las proximidades de la Alhambra, en los pueblos aledaños, sobre todo en un barranco muy especial, el de Doña Juana.  Unos yacimientos que fueron explotados, según las crónicas históricas, desde la época romana. 

 

Granada, al igual que California y Alaska, llegó a vivir su particular fiebre del oro a partir de 1850, un año en el que se dispararon los registros de numerosos derechos mineros sobre los terrenos rojizos de la Alhambra alta, la zona del Cerro del Sol, un espacio que se extendió más allá de Dílar. En 1858 se hablaba de la 'California granadina', en alusión al oro de los depósitos aluvionares próximos a la ciudad. El epicentro de aquella locura colectiva se situó en el Barranco de Doña Juana, en la localidad de Huétor Vega, donde gentes llegadas de todos los confines del país se afanaron durante meses en buscar el preciado metal con escasa suerte, pero con sobrado ingenio para idear la más variopinta maquinaria que extrajera de la tierra el codiciado polvillo dorado.

 

Nuevos hallazgos en el barranco de Doña Juana de Huétor Vega y parajes del entorno, reavivaron la búsqueda. Sin embargo, “la historia contemporánea del oro granadino es una sucesión de esporádicos avisos, esperanzas desbordadas y profusamente aireadas, separadas por largos silencios durante los cuales no faltaron nunca esos “lavadores de los cármenes” o “aureanos” que con su modestísimo equipaje de dornillos, sartenes de doble asa, almocafres y gamellas, y sin más guía que la experiencia a menudo adquirida de sus mayores, intentaban ganarse su escaso sustento” .

Josefilla "La Cuzca", una bruja Hueteña 

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La memoria a veces se pierde en las brumas del olvido irremediablemente. Parte del trabajo del Equipo Raudive es resucitar esta memoria dormida o perdida de hechos con misterio o extraños de nuestro pueblo. Conocida es,  aunque confieso que por no mucha gente , María Gómez una hechicera del vecino pueblo de La Zubia, de cuya memoria se guarda en los legajos del Santo Oficio el juicio que contra ella se celebró , por cierto sin ser está condenada. Se le acusaba de invocar demonios ni más ni menos, cuando en realidad curaba quebrantos y recetaba pócimas con hierbas . 

 

Sin embargo de Josefilla "La Cuzca" bien poco se sabe y algunos viejos de Huétor cuentan que sus abuelos la conocieron, por tanto nos estaríamos remitiendo no más allá del siglo XlX. Se decía que estaba acompañada de un demonio familiar llamado "Martinico", que asustaba a los lugareños si cruzaban las calles caída la noche. A este demonio "Martinico" se le rezaba esta jaculatoria: "Martinico , Martinico si aparece lo perdido te doy un "Chavico", y se le colocaba una moneda tras la puerta para que apareciera lo extraviado . 

         

 Se dice que estas historias acaban siendo leyendas y folclore , pero lo importante es que se conserven en la memoria de las nuevas generaciones ... si,  en Huétor Vega  había una bruja, y se llamaba Josefilla.

 

Esta información ha sido sacada en parte del Huétor Vega Gráfico de 1994.

El misterio de la antigua necrópolis musulmana del Cortijo de Argáez ( Siglos XII-XV)

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Hace muy pocos meses en las recientes obras en la carretera de La Zubia han dejado al descubierto un cementerio musulmán del siglo XIII y XIV. En el enterramiento hispano-musulmán se encontraron un total de 19 individuos, enterrados mirando hacia La Meca. Lo cierto es que el hallazgo es importante, y con este motivo, el Equipo de Investigación Raudive, quiere recordar en estas líneas el olvidado descubrimiento de una necrópolis mucho mayor, lindando con el mismo término municipal de Huétor Vega, en el ya lejano año 1991.

 

Como muchos pueblos cercanos a Granada, el nuestro nació de una antigua Alquería (cortijada) musulmana, que según los escritos del emérito Don Luis Seco de Lucena , llevaba el nombre de Hins Watha o Alwata. En este manifiesto de la antigua revista Al-Andalus, aparecen los primeros datos sobre nuestro pueblo, y en él se dice que la Alquería estaba flanqueada por una pequeña fortificación que servía como defensa. Fue en el año 1991, como hemos apuntado antes, cuando se encuentran tras comenzar la excavación con urgencia, los restos de una verdadera necrópolis, perteneciente a los moradores de la alquería. Estos enterramientos formaban parte de lo que se llama un Alfóz árabe (termino municipal) .

 

El lugar , justo enfrente del llamado Cortijo Calero y Cortijo Argáez, y en este enterramiento se encontraron más de 200 individuos , que según el trabajo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, llamado: Lesiones traumáticas de la necrópolis musulmana del cortijo de Argáez; "las tumbas que se han encontrado en esta necrópolis se componen de fosa simple en tierra, fosa simple con cubierta de tejas y una variante con empleo de ladrillo".

 

El misterio reside en que , 6 individuos de los enterrados allí, tras el examen minucioso de sus huesos , murieron por lesiones, torturas o contiendas bélicas en las que se vieron envueltos. Por lo que se piensa que en la alquería de Hins Whata hubo un ajusticiamiento , un asesinato múltiple o un hecho luctuoso similar. Por lo que se descarta una incursión de ningún grupo armado o ejercito , dado que en la época principal a la que pertenecen los restos óseos ( Siglo XIII), no pudo hubo ninguna guerra entre los propios musulmanes.  

 

Una vez más nos llama la atención , que este hecho no se conozca en nuestro pueblo y se de tanta relevancia a los restos encontrados en la Zubia. Por supuesto, los huesos fueron exhumados y se construyó la urbanización que todos conocemos , que hay frente a la Panadería Belén . La pregunta que nos hacemos como grupo de investigación paranormal es lógicamente ... ¿ocurrirán hechos anómalos en esa urbanización?, si es así, de ello no tenemos conocimiento.  

 

 

 

 

 

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"El Hoyo de Paquito". Leyenda Hueteña

Este pozo que al parecer tiene una gran leyenda, estaba situado junto al Barranco de San Miguel, por detrás del cementerio viejo en una viña que rea de Francisco Muelas, se la compró Miguel del Río Jiménez, que la adquirió allá por el año 1928. Fue su último propietario Felipe del Río Carrascosa. El comentaba que el Hoyo Paquito era un pozo que lo hicieron los franceses, cuando venían a buscar oro; tenía un brocal con algo más de un metro de diámetro y una especie de escalerilla para bajar, aunque también se habla que su profundidad era incalculable, pues a veces se arrojaban piedras y tardaban mucho en oírse el ruido de su llegada al fondo. Este pozo, o lo que fuese, se tapó con una gran piedra y tapado se encuentra hasta el día de hoy. Felipe decía que el sembró unas parras y un olivo cerca del brocal, y estas plantas son mucho más frondosas que la otras que hay en la misma finca.

Pero la verdad es que se contaban muchas leyendas en torno al Pozo Paquito. Una de ellas es antiquísima, aproximadamente de finales del siglo XlX: Había una vez viviendo en este pueblo un hombre muy peculiar, su aspecto era bastante extraño, nadie sabe de dónde llego, ni quien era su familia; vivía solo y no se relacionaba con nadie , por lo que su historia era desconocida. Comía con lo que le daban alguna personas y se bebía un vaso de vino cuando algún vecino se lo pagaba.

Un buen día este hombre decidió caminar por los secanos , por el paraje del cementerio. Fue la última vez que lo vieron pues hay quien dijo, que un enemigo de este extraño hombre lo arrojo al pozo y nunca más se supo nada del caso. A veces en noches de luna llena se dice que los vecinos que pasaban por allí escuchaban sus gritos ahogados.

Por aquella época la verdad es que se tiraba poco, porque lo cierto es que se aprovechaban al límite todas las cosas, pero si había que deshacerse de algún cacharro, y como entonces no había servicio de basuras a domicilio, pues ya se sabe su destino: Iba al Hoyo Paquito, por lo cual estaba lleno de utensilios viejos.

Sucesos y Crónica Negra. Intento de asesinato del alcalde de Huétor Vega por parte de extremistas en 1935.

En las postrimerías de la ll República, ocurrió un suceso muy poco conocido en el pueblo de Huétor Vega. El alcalde de la villa , que por aquella época era D. Antonio Martín Molina, fue tiroteado por parte de unos extremistas, junto a su hija de corta edad, y su teniente de alcalde D. José Arboleda y un vecino llamado Miguel del Río. El día Martes 10 de Diciembre del 1935.

En esta tempestuosa época , estos sucesos  no eran extraños. La agitación política en España era extrema, y descontrolados de ambos bandos se tomaban la justicia por su parte. Las "fiebres" del 36 fueron resultado,  de la enfermedad crónica enquistada desde largo tiempo atrás. La degradación de la situación en España, tuvo un largo periodo de incubación. Sucesos como este se dieron casi a diario en miles de pueblos españoles. Hoy los vemos con los ojos de la lejanía y el velo del tiempo los ha mitigado. Pero aquellos días fueron claves para lo que vendría después, que sería ni más ni menos que la Guerra Civil. 

 

El Equipo Raudive indagando en la hemeroteca del rotativo ABC, ha encontrado esta noticia, que creemos que es muestra de una época oscura de nuestro país. Nuestro ánimo como equipo de investigación también compete a lo que tiene que ver con los sucesos y crónica negra cercana de nuestra tierra . 

 D. Antonio Martín Molina. Alcalde de Huétor Vega en 1935 cuando ocurrieron los hechos.

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